martes, 4 de noviembre de 2008

EL LEGADO DE MERCE CUNNINGHAM[1]


SOBRE MERCE CUNNINGHAM


Merce Cunningham es considerado uno de los coreógrafos determinantes en la renovación de la danza norteamericana a causa de la exploración personal que llevó a cabo junto a pintores y músicos contemporáneos desde mediados del siglo XX, integrando los elementos de ruptura que alimentarían las vanguardias de cada disciplina.

Llegó a tomar distancia de las fórmulas establecidas por la danza moderna hasta ponerlas en crisis. A cambio, instauró la llamada “danza por la danza”, que implica el fin de la idea de representación y la ruptura con una narrativa.

Constituye una transición hacia la Danza Postmoderna.


SÍNTESIS BIOGRÁFICA


Nació en Centralia, Estados Unidos, en el año 1919. Desde muy joven se dedicó al estudio de la disciplina. La sistematización de sus estudios en artes escénicas los realizó en la ciudad de Seattle (en el Cornish College of the Arts).

Uno de los momentos claves para su trayectoria como creador lo vivió en 1938, cuando conoció al compositor John Cage en una clase de danza, donde éste hacía las veces de acompañante. Con él habría de formar con el tiempo una dupla fértil en la búsqueda de nuevas posibilidades de lenguaje.

En 1939 fue invitado por Martha Graham a trabajar en Nueva York junto a su compañía, en la que llegó a hacer las veces de solista hasta 1945.

En 1953 estableció su propia agrupación, la Merce Cunningham Dance Company (en el Black Mountain College). Esta ha servido para ampliar la búsqueda y la experimentación del coreógrafo y para resguardar su legado hasta hoy.


SU TÉCNICA


En contraposición a los temas psicológicos y literarios desarrollados por Martha Graham, se centró en el movimiento e hizo de éste el foco principal de trabajo.

Su técnica coreográfica combinaba de modo aleatorio una serie de secuencias previamente seleccionadas.

Los principios de su trabajo han sido equiparados con las propuestas de los dadaístas (en especial, el empelo del azar y el collage) y la filosofía Zen (sobre todo, a partir de la multiplicidad de centros con que estructura algunas coreografías).

Aunque en las piezas se pesquisa una estructura orgánica, en ellas no hay espacio para la improvisación. En general, los bailarines saben con exactitud lo que deben hacer en escena.


LA SOCIEDAD CON JOHN CAGE


Cunningham presentó en abril de 1944 su primer concierto solista en Nueva York con John Cage acompañándolo al piano.

Ambos hicieron un amplio uso de los procesos del azar. Para ello abandonaron formas musicales, narrativas y otros elementos convencionales de la composición de danza, como causa-efecto y clímax-anticlímax. En contraste, hicieron de la ejecución el soporte principal.

El coreógrafo amplió las reflexiones en torno al tiempo, el azar y el espacio e indagó en la interdependencia de las artes visuales, el sonido y el movimiento. Esta noción ha tenido un alto impacto con posterioridad y, en su momento, abrió el camino a las colaboraciones en que ningún elemento ilustra ni depende del otro, sino que cada uno se produce simultáneamente en el tiempo y el espacio.

Bajo ese norte sumó en sus creaciones a compositores y pintores vanguardistas, como Robert Rauschenberg, Andy Warhol, Frank Stella, David Tudor, Gordon Mumma y Jaspers Johns.


PIEZAS EMBLEMÁTICAS


Entre sus obras más importantes se cuentan Variations V (1965), Second Hand (1970), Points in the space (1986), Crwdspcr (1993), Biped (1999), Views on Stage (2004) y Xover (2007).

En 1974 Cunningham comenzó a representar lo que llamó eventos, extractos e algunas danzas, que se ejecutaban a la vez. Sus trabajos posteriores incluyen Duetos (1980), Canales/Insertos (1981) y Entradas 2 (1984)


EL CONTEXTO


La obra de Cunningham establece un diálogo con las corrientes artísticas de su época, en especial durante las décadas de los ’40 y ’50, con la difusión de la música contemporánea (Cage, Tudor, Mumma), el Neodadá y el movimiento de Action Painting, que proponen fugas a la literalidad y buscan dar cabida a la casualidad, el azar y la no referencialidad.

Según ese credo, en el Black Mountain College (1933-1957) circularon trabajos que ponían en interrelación a sus partes y fluían las distintas colaboraciones de sus integrantes


COMPONENTES DE SU ESTÉTICA


Es posible identificar distintos niveles de análisis de la producción

de Merce Cunningham que dan cuenta de los componentes de su estética, como:
- Tensión de los soportes,
- Cuestionamiento interno de la danza y del movimiento,
- Trabajo con distintos componentes, 
- Labor de integración de distintas áreas artísticas en una misma puesta en escena. 
Uno de los títulos que mejor da cuenta de estos aspectos es Points in space, de 1986, 

donde la música de John Cage, el diseño de William Anastasi y la coreografía de
Cunningham se elaboraron por separado, y sólo se los mostró en conjunto el día del estreno.
 
INNOVACIÓN TECNOLÓGICA


La obra de Cunningham fue desarrollándose en el tiempo con innovadores

métodos de trabajo que marcaron a muchas generaciones de bailarines y
coreógrafos.
A comienzos de los años ‘80 trabajó con un grupo de ingenieros en la

elaboración de un sistema computacional que fuese capaz de reproducir
por medios informáticos el sistema de notación de Rudolf Laban.


Esto derivó en el software DanceForms, que es utilizado hasta la actualidad para captar el movimiento de bailarines que pueden ser modificados y alterados de manera computacional. Le permitió además distribuir en un plano virtual a los bailarines, multiplicarlos o reducirlos en perspectivas nuevas.

Cunningham ha empleado el recurso para crear todas sus coreografías a partir de “Trackers” (1991).

En el interés por perfeccionar el sistema trabajó en 1999 con Kaiser

y Eshkar, ingenieros que usaron los principios del DanceForms para
crear bailarines virtuales que interactuaran con intérpretes reales.
 

EL LEGADO


Para muchos autores, Cunningham establece los inicios de una ruptura muy profunda en la historia de la danza. Su legado se traduce en:

- Pensar el movimiento en términos abstractos.

- Introducir un quiebre profundo con la narrativa y las referencias de las coreografías.

- Trabajar con elementos hasta entonces inéditos en la composición coreográfica.

- Rodearse e imbuirse de un contexto interdisciplinario que aporta con visiones artísticas y filosóficas que complementan la creación.

Cunningham se establece como una bisagra entre el modernismo y la vanguardia.

Si bien sus piezas nunca abandonan la danza como fundamento escénico, logran ampliar los horizontes de la creación artística.


CUNNINGHAM POR CUNNINGHAM


Leí a Einstein por pura casualidad. Cuando dice que no hay puntos fijos en el espacio, pensé: esto es perfecto, es lo que yo considero para el espacio escénico. No hay puntos fijos. Donde estás puede ser un centro y esto, por supuesto, es un pensamiento budista.

“Esto me pareció maravilloso y ampliador. No hay pensamiento involucrado en mi coreografía. Yo no trabajo a través de imágenes o ideas. Yo trabajo a través del cuerpo.

“Cuando yo bailo significa simplemente eso que estoy haciendo: bailar. Dado que el bailarín trabaja con su cuerpo, el más fuerte y al mismo tiempo el más frágil de los instrumentos, la necesidad de organizar y entender la manera en que se mueve es urgente.

“La técnica de danza es la disciplina de las propias energías a través de la acción física en función de liberar esa energía en el instante deseado. Lo esencial en la educación del bailarín es la devoción y dedicación.

“El trabajo diario es mantener los músculos flexibles y el constante control de la mente sobre la acción del cuerpo. Es un trabajo antinatural pero la síntesis final puede ser un resultado natural. Natural en el sentido que la mente, el cuerpo y el espíritu funcionan como una unidad.

“El objetivo de la técnica no es hacer cosas espectaculares sino hacer bien lo poco o mucho que se haga. No exhibir pero sí transmitir la cualidad del espíritu humano a través de la acción disciplinada del cuerpo”.


SOBRE JANET CHARLESTON


Janet Charleston es bailarina, coreógrafa y artista performática. Ha sido académica en el Merce Cunningham Dance Studio desde el año 2001. También ha participado en creaciones de Lucinda Childs Dance Company y de Douglas Dunn & Dancers.

En 1992, fue parte de la gira internacional de “Einstein on the Beach”, ópera Philip Glass dirigida por Robert Wilson.

Ha trabajado con una variedad de creadores, como Christoper Williams, David Parker, Rose Anne Spradlin y Kota Yamazaki.

Su más reciente trabajo ha sido presentado en el “American Dance Guild and the Soaking Wet Festival”, en Nueva York, y en el “Krannert Center for the Performing Arts” en Illinois.

Además de ser instructora de yoga, ha impartido clases en la Universidad de Nueva York, en el Barnard College y en SUNY-Purchase. Ha sido invitada a impartir seminarios en la Salzburg Experimental Academy of Dance (SEAD) y en la Palindrome Dance Company.

Actualmente es docente en la Escuela de Danza de la Universidad Mayor gracias a la beca Fulbright.

Ha dicho que “la técnica Cunningham es sumamente exigente con el bailarín, donde fuerza, agilidad y equilibrio son imprescindibles. Así también, se basa en la flexibilidad, fuerza controlada, claridad en el movimiento, desarrollo físico y mental, entre otros aspectos”.



[1] Contenidos desarrollados por Centro de Investigación y Memoria Artes Escénicas (CIM. Ae), que integran María José Cifuentes, Constanza Cordovez y Simón Pérez. Edición: Javier Ibacache.

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